Es fácil de percibir el deterioro que continuamente sufre el medio natural, ya que la evolución del ser humano ha originado un continuo deterioro de la naturaleza.
Antes, aprovechábamos lo que nos ofrecía el medio natural directamente con un uso razonable de este. Más tarde, los avances tecnológicos propiciaron la construcción de útiles y artefactos cada vez más potentes, y a la vez se extraían los recursos necesarios a mayor velocidad y con mayor eficacia. Así, provocamos diversos cambios en el entorno.
Toda actividad tecnológica produce, en mayor o menor grado, una alteración del medio ambiente.
A partir de la revolución industrial se aceleraron los procesos de extracción tanto naturales como energéticos, lo que produjo un salto en el deterioro del entorno.
A consecuencia, nos encontramos actualmente con graves problemas medioambientales:
- Contaminación y residuos. Esto perjudica a los organismos vivos.
- Agotamiento de recursos energéticos debido a la utilización masiva de fuentes primarias de energías no renovables.
- Desaparición de hábitats y especies (tanto animales como vegetales).
2.1. El impacto ambiental
El impacto ambiental de la tecnología depende de los siguientes factores:
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